martes, 25 de septiembre de 2012

El Arca en el Templo Nefita

Estuve leyendo el artículo de Don Bradley  que publicó en FAIR, y quiero compartir un resumen personal de su interesante documento.
Cuando Nefi declara que él y su pueblo edificaron un Templo semejante al de Salomón1, suponemos que no se refiere a la semejanza en el tamaño sino en su funcionalidad. El Templo que habían visto Lehi y Nefi en Jerusalén tenía claramente demarcado espacios sagrados, estando lo más sagrado o el lugar santísimo en el centro interior del Templo, lugar que tenía por propósito ser el hospedaje del Arca del Convenio. Esta Arca servía también de altar, cuando una vez al año, se celebraba la festividad más importante y el Sumo Sacerdote ofrecía sangre sobre la misma Arca.
Surge naturalmente la pregunta ¿cómo sería reemplazada el Arca del Convenio en el Templo Nefita? Se podía edificar espacios semejantes, utensilios parecidos, pero hay cierta dificultad en la construcción de un Arca, especialmente por su contenido.
El Arca del Convenio guardaba algunos elementos claves para la memoria de Israel, como las Tablas de la Ley que impulsaban a los Judíos a recordar que sus leyes eran dadas directamente por Dios; también en su interior se encontraban la Vara de Aarón y un recipiente con maná. Estos elementos se unían en el lugar Santísimo a los que portaba el Sumo Sacerdote, que era un Urim y Tumim con un pectoral o efod.
En la caja de piedra que le señaló Moroni a José Smith, llamada “Arca” por Martin Harris, se encontraban las Planchas, la Liahona, el Urim y Tumim con el pectoral, y la Espada de Labán. Estos objetos pueden tener un paralelo con las contenidas en el lugar Santísimo. El paralelo más obvio es El Urim y Tumim con los intérpretes nefitas, así como el pectoral con el efod. También podemos relacionar las Tablas de la Ley con las planchas que contenían escritura divina.
El maná era un recuerdo de la misericordia de Dios sobre el pueblo de Israel que le permitió no pasar hambre durante el éxodo2. Así mismo la Liahona fue un don de Dios sobre la familia de Lehi e Ismael, que les llevó por  los parajes más fértiles del desierto3.
La vara de Aarón floreció en el contexto de demostrar cuál sería la tribu líder escogida por Dios para conducir al pueblo, al ser presentada cada vara de cada tribu floreció la vara de Aarón quedando de manifiesto a todos que el Señor había escogido a la tribu de Levi, y en especial la casa de Aarón para liderar4. Nefi, al matar a Labán, su Goliat, marcó un precedente no admitido por sus hermanos mayores, pero evidenciaba a quién Dios había escogido para cumplir sus propósitos entre la familia que conducía fuera de Jerusalén.
Perfectamente es posible que el Templo levantado por Nefi tuviese un Arca donde se guardaban estos artefactos sagrados que tenían un efecto similar sobre la memoria del pueblo, de recordar las misericordias de Dios, el respeto a sus líderes y la obediencia a su palabra.
1. 2 Nefi 5:16
2. Exodo 16:13-15
3. 1 Nefi 16:16
4. Números 17:6-8
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