viernes, 9 de marzo de 2012

Citas sobre La Investidura en el Templo

 
La investidura del templo, cual se administra en los templos modernos, comprende instrucciones relacionadas con el significado y sucesión de dispensaciones pasadas, y la importancia de la presente como la época mayor y más sublime en la historia humana. Este curso de instrucción incluye un relato de los acontecimientos más prominentes del período de la creación, la condición de nuestros primeros padres en el Jardín de Edén, su desobediencia y consiguiente expulsión de esa morada bendita, su condición en el mundo triste y solitario cuando se vieron obligados a vivir de su trabajo y sudor, el plan de redención mediante el cual se puede expiar la gran transgresión, el período de la gran apostasía, la restauración del evangelio con todos sus antiguos poderes y privilegios, la condición absoluta e indispensable de pureza personal y devoción a la rectitud en la vida actual y un cumplimiento estricto de los requisitos del evangelio.
Las ordenanzas de la investidura comprenden ciertas obligaciones por parte del individuo, tales como el convenio y la promesa de observar la ley de absoluta virtud y castidad, ser caritativo, benevolente, tolerante y puro; consagrar su talento y medios a la propagación de la verdad y el ennoblecimiento de la raza humana; mantener su devoción a la causa de la verdad, y procurar en toda forma contribuir a la gran preparación, a fin de que la tierra quede lista para recibir a su Rey, el Señor Jesucristo. Con la aceptación de cada convenio y la asunción de cada obligación, se pronuncia una bendición prometida, basada en la fiel observancia de las condiciones expuestas.
No hay ni una jota ni tilde de los ritos del templo que no sea ennoblecedor y santificante. En todo detalle, la ceremonia de la investidura contribuye a los convenios de una vida moral, la consagración de la persona a ideales nobles, su devoción a la verdad, patriotismo a su país y fidelidad a Dios. Las bendiciones de la Casa del Señor no se limitan a ninguna clase privilegiada; todo miembro de la Iglesia puede ser admitido al templo, con el derecho de participar en sus ordenanzas, si se presenta debidamente acreditado, en lo que a una vida y comportamiento dignos concierne.  (James E.Talmage, La Casa del Señor, páginas 43-44)

Elder Bruce R. McConkie
  Ciertas bendiciones espirituales especiales dadas a los santos fieles y dignos en los templos son llamadas investiduras, porque en ellas y por ellas, los que las reciben son investidos con poder de lo alto. Reciben educación respecto a los propósitos y planes del Señor en la creación de la tierra y su población y se les enseña las cosas que los hombres deben hacer para alcanzar la exaltación en el mundo venidero. Se ponen en la situación de recibir poder santificador y limpiador del Espíritu Santo, volviéndose así limpios y sin mancha ante el Señor.
Estas ministraciones son tan sagradas y santas, que en cada época en la que han sido reveladas, el Señor las ha negado al mundo y las ha hecho saber solamente a los santos fieles y casas y lugares dedicados y elegidos para ese propósito. (D. Y C. 95:8-9; 124:25-41; Lucas 24:59.) Todas las ordenanzas del templo, salvo el bautismo por los muertos, pertenecen a la exaltación en el reino celestial y no solamente la admisión a este mundo.
Cuando el Profeta administró las ordenanzas por primera vez en esta dispensación dijo que abarcaba "todos aquellos planes y principios por medio de los cuales uno puede alcanzar la plenitud de las bendiciones que se han preparado para la Iglesia del Primogénito." (Enseñanzas, pág. 287.) Estas ordenanzas sagradas son administradas a los vivos y por medio de representantes, a los muertos también. (Doctrina de Salvación, vol 2, pág. 168.) (Doctrina Mormona, Investidura)

Elder John A. Widtsoe
  Las ordenanzas del templo comprenden el plan completo de salvación, cual lo han enseñado de cuando en cuando las autoridades de la Iglesia, y dan claridad a temas difíciles de entender. No hay nada que torcer o enroscar para acomodar las enseñanzas del templo dentro del gran plan de salvación. La integridad filosófica de la investidura constituye una de las grandes pruebas que corroboran la veracidad de las ordenanzas del templo. Por otra parte, la minuciosidad de este examen y la exposición del plan del evangelio convierten la adoración en el templo en uno de los métodos más eficaces para refrescar la memoria con respecto a la estructura total del evangelio.
Existe otro hecho que siempre me ha llamado la atención como poderosa evidencia intrínseca a favor de la veracidad de la obra del templo. La investidura y la obra del templo cual las reveló el Señor al profeta José Smith claramente se dividen en cuatro partes diferentes: Las ordenanzas preliminares; la instrucción dada por medio de disertaciones y representaciones; los convenios; y, finalmente, pruebas del conocimiento adquirido. Dudo que el profeta José Smith, un hombre sin instrucción y  sin experiencia en cuanto a la lógica, hubiera podido, de su propia cuenta, haberlo preparado todo de un modo tan lógicamente completo. (John A. Widtsoe, "Temple Worship", The Utah Genealogical and Historical Magazine 12 [de abril de 1921]: 58.)

Elder Boyd K. Packer
  Investir es enriquecer, es dar a otra persona algo duradero y de mucho valor. Las ordenanzas de la investidura del templo enriquecen de tres maneras: (a) Al que recibe la ordenanza le es dado poder de Dios. "Los que son investidos son dotados con poder de lo alto." (b) La persona que es investida recibe también información y conocimiento. "Reciben enseñanza con respecto a los propósitos y los planes del Señor." (Mormon Doctrine, pág. 227.) (c) Cuando es sellada ante el altar [del templo], la persona recibe gloriosas bendiciones, poderes y honores como parte de su investidura.
La bendición de la investidura se requiere para recibir una exaltación total. Todo Santo de los Últimos Días debe procurar ser digno de esta bendición y obtenerla.
En el templo, a menudo se hace referencia a las ordenanzas del lavamiento y de la unción como ordenanzas preliminares. Para nuestros propósitos baste con decir sólo lo siguiente: Se relacionan con la investidura no sólo los lavamientos y las unciones —los cuales son en su mayor parte de naturaleza simbólica—, sino también la promesa de bendiciones definidas e inmediatas así como de bendiciones futuras.
En relación con estas ordenanzas, en el templo seréis oficialmente vestidos con el gárment, junto con lo cual se os prometerán bendiciones maravillosas. Es importante que escuchéis con atención al ser administradas dichas ordenanzas, y que procuréis recordar las bendiciones prometidas y las condiciones según las cuales éstas se cumplirán. (Boyd K. Packer, El Santo Templo, pág. 29).

Presidente Brigham Young
  Permítaseme daros una breve definición. Vuestra investidura consiste en recibir todas esas ordenanzas en la casa del Señor, que os son necesarias, después que hayáis salido de esta vida, para permitiros volver a la presencia del Padre, pasando por los ángeles que están allí como centinelas, capacitados para darles las palabras claves, las señas y los signos pertenecientes al Santo Sacerdocio, y lograr vuestra exaltación eterna a pesar de la tierra y del infierno. (Discourses of Brigham Young, comp. por John A. Widtsoe [Salt Lake City: Deseret Book Co., 1971], pág. 416.)






Roberto
temployeternidad.blogspot.com

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